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Se conservan protegidos bajo estrictas medidas de seguridad y favorecidos por las condiciones ambientales, freáticas y terrenales. El ser humano les «abre» las puertas en legajos e incunables

Tener conciencia del riesgo que suponen ciertos alimentos es clave para prevenir y evitar las intoxicaciones alimentarias. No todos los alimentos son iguales, ni los peligros que los afectan son los mismos.

Durante el verano se consumen más productos crudos, al tiempo que el calor favorece la proliferación de gérmenes en los alimentos. Por ello es preciso intensificar las medidas preventivas, ya que en esta época aumenta el riesgo de contraer toxiinfecciones alimentarias.

El verano es la época más propicia para la proliferación de especies y bacterias que acarrean graves molestias, contaminan los alimentos, transmiten enfermedades,provocan importantes daños económicos y/o estructurales, invaden y perturban nuestro entorno y hasta generan problemas psicológicos.

En el verano y con el calor, se multiplican las posibilidades de que los alimentos nos hagan pupita mala. Estos son los síntomas a los que hay que estar atentos.

Protegerse siempre del sol es importante para evitar quemaduras y prevenir el cáncer de piel

Algunas de las más de 12.500 especies de hormigas conocidas pueden convertirse en un problema si no se toman medidas apropiadas

Mantener la cadena del frío es una de las medidas más eficaces para reducir el riesgo de intoxicación alimentaria durante la época estival

Durante los últimos años, la popularidad del sushi ha aumentado considerablemente, tanto en su consumo en restaurantes como en forma preparada para degustar en los domicilios.

Los medios ácidos como el que se genera durante el proceso de descomposición de la fruta son los más propicios para que se desarrolle la conocida como mosca de la fruta